El 27 de febrero de 1989 estalló la inédita rebelión en Guarenas, con miles de personas protestando el llamado «paquetazo» ejecutado por Carlos Andrés Pérez. La brutal represión del ejército dejó cientos de muertos.
Hace 34 años Venezuela vivió una revuelta que terminaría pasando a sus libros de historia. El ejército acabó tomando el control de la situación ante la incapacidad de la policía de restablecer el orden. Y lo hizo derramando sangre.
El 27 de febrero de 1989 se inició en las afueras de Caracas una oleada de protestas que después se extendieron por toda Venezuela y generaron grandes disturbios.
Pasó a la posteridad con el nombre del Caracazo. Y también un profundo malestar en el que muchos vieron una de las razones de la aparición en la escena política del comandante Hugo Chávez, que en 1992 lideraría una intentona militar por hacerse con el poder y, finalmente, en 1998, resultó elegido presidente.
En la década de los 80 la enorme deuda externa, la crisis cambiaria, la inflación, la corrupción, la fuga de capitales, el abuso de poder y, sobre todo, la caída del precio del crudo sumieron al país en una enorme crisis.
El recién elegido presidente Carlos Andrés Pérez anunció una serie de medidas económicas que acabarían siendo conocidas como el paquetazo.
Se trató de un plan acordado con el Fondo Monetario Internacional que exigía grandes ajustes macroeconómicos. El paquetazo buscaba hacer de Venezuela, sustentada mayoritariamente por el Estado y los petrodólares, una economía de libre mercado en la que hubo recorte de gastos y aumentos de las tarifas de los servicios públicos.
Pérez había prometido en su primer gobierno una cruzada contra la pobreza, porque los anteriores no habían acabado con ella. Pero no hubo mejoras sustanciales ni en la educación, la economía ni en la política y eso llevó a una situación insufrible que adquiere en el Caracazo su máxima expresión”.
El descontento estalló en Caracas y después se extendió a otras zonas del país como piezas de dominó.
Todo se inició en Guatire, una ciudad satélite de la capital venezolana, cuando la población local empezó a protestar por el aumento del precio del pasaje en el transporte público. Apenas el día anterior se había incrementado el costo de la gasolina.
Se quemaron autobuses, se cortaron calles, se formaron barricadas y después comenzó el saqueo a comercios. La ola de violencia se extendió de Guatire a casi todo el país.
La gente se sumó en masa a la protesta harta por la situación económica y los ajustes de Carlos Andrés Pérez. Todo eso, aderezado con escándalos de corrupción que involucraban a las más altas esferas del poder, con asesinatos de estudiantes y con una política gubernamental que no dudaba en reprimir las protestas.
Las protestas dejaron 276 muertes, según la cifra oficial reconocida por el fiscal general. Pero las ONG denuncian que nunca se ha hecho una investigación exhaustiva de lo ocurrido, primero en Caracas y después en el resto del país, el 27 de febrero de 1989.
Las víctimas mortales, según algunas asociaciones civiles, pueden llegar a los tres millares.
Tras ser indultado, luego de un intento de golpe militar, Chávez salió de la cárcel hablando de formar un gran frente nacional para transformar el país. Ganó las elecciones en 1998.