A CUMPLIRSE 50 AÑOS DEL GOLPE MILITAR: Un panel de expertos internacionales reveló que el poeta chileno Pablo Neruda murió “envenenado”
“Neruda no estaba gravemente enfermo, sólo tenía cáncer. Caminaba con dificultad, tenía dolores, pero no estaba para morir”, ha indicado a Elizabeth Flores, abogada de la familia
A casi 50 años de su muerte, un panel de expertos internacionales reveló que el poeta chileno, que murió al inicio de la dictadura militar liderada por el dictador Augusto Pinochet, tenía restos de la bacteria responsable del botulismo.
La bacteria clostridium botulinum encontrada en un molar del poeta en 2017, responsable del botulismo. es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y la clave está en determinar si la muestra hallada fue alterada en un laboratorio e inoculada después, lo que demostraría la intervención de terceros.
Pablo Neruda murió “envenenado”. Después de 49 años de su muerte, premio Nobel de Literatura en 1971 y militante del Partido Comunista de Chile, el informe preliminar adelantado por su familia dio a conocer este miércoles que la bacteria clostridium botulinum, hallada en 2017 en el cuerpo del escritor, ha sido la responsable de su muerte. Neruda murió a los 69 años, dos semanas después del golpe de Estado de 1973, luego de ser internado por su cáncer de próstata.
Rodolfo Reyes, abogado y sobrino del poeta, ha asegurado que en 2017 encontraron entre sus restos una «gran cantidad de clostridium botulinum», una bacteria patógena capaz de provocar el botulismo, una enfermedad causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo.
“Sabemos ahora que el ‘clostridium botulinum’ no tendría por qué haber estado en la osamenta de Neruda. ¿Qué quiere decir esto? Que Neruda fue asesinado, hubo intervención en el año 1973 por agentes del Estado”, ha asegurado Rodolfo Reyes, sobrino del poeta. El “clostridium botulinum” es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra, pero los expertos de la Universidad de McMaster (Canadá) y la Universidad de Copenhague concluyeron en el informe que “no se filtró al cadáver de Neruda desde dentro o alrededor de su ataúd”, sino que ya lo tenía antes de morir. La incógnita sigue siendo cómo y quién introdujo la toxina botulínica en el cuerpo del autor.
La investigación empezó en 2011, después de que miembros del Partido Comunista (PC), donde militaba el escritor y senador chileno, presentaran una querella cuestionando la versión de la muerte por un cáncer de próstata. La hipótesis surge del testimonio de Manuel Araya, antiguo chófer del poeta, quien sostenía que había sido envenenado con químicos. Ya en 2017, un grupo de investigadores forenses internacionales había concluido que Neruda no falleció de cáncer, como sostenía su certificado de defunción, e informó del hallazgo de la bacteria en el molar del poeta, cuyos restos fueron exhumados de su jardín en Isla Negra.
“Neruda no estaba gravemente enfermo, sólo tenía cáncer. Caminaba con dificultad, tenía dolores, pero no estaba para morir”, ha indicado a Elizabeth Flores, abogada de la familia
El panel de expertos integrado por científicos de Canadá, Dinamarca y Estados Unidos, y reunidos de manera virtual y presencial desde el pasado 24 de enero, dieron cuenta del origen de la bacteria clostridium botulinum encontrada en un molar del poeta en 2017, responsable del botulismo. es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y la clave está en determinar si la muestra hallada fue alterada en un laboratorio e inoculada después, lo que demostraría la intervención de terceros.
En 1969, el Partido Comunista lo nombró precandidato a presidente, candidatura que él mismo retiró para darle lugar a Salvador Allende, quien un año después llegó a la presidencia. Después de su asunción, Neruda pasó ser nombrado embajador en Francia. En París recibe la noticia de que es reconocido con el premio Nobel de Literatura en 1971.
El 11 de septiembre de 1973, cuando un golpe militar termina con el gobierno de Salvador Allende, Neruda fue trasladado desde su casa se ISLA NEGRA hasta un clínica de Santiago, donde murió el 23 de septiembre. Con la vuelta de la democracia, en diciembre de 1992, se cumplió su última voluntad cuando recibió sepultura en Isla Negra, donde se encuentra su cuerpo junto al de su tercera y última esposa, Matilde Urrutia.