Suiza alberga oficinas y sedes de unas 2 mil empresas extranjeras, entre ellas Google, así como 200 multinacionales locales, como Nestlé.
Los resultados mostraron que casi el 80% de quienes votaron en el referendo respaldaron el alza del impuesto de sociedades del país a la tasa mínima global del 15% desde el mínimo medio actual del 11%, un respaldo inusualmente fuerte.
“Esto garantiza que Suiza no perderá ingresos fiscales en favor de otros países”, declaró la Ministra de Hacienda, Karin Keller-Sutter. “Además, creará seguridad jurídica y un marco estable”
En 2021, Suiza se unió a los casi 140 países que firmaron un acuerdo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para fijar una tasa impositiva mínima para las grandes empresas, una medida destinada a limitar la práctica de trasladar los beneficios a países con bajos impuestos.
Hasta ahora, las empresas multinacionales podían trasladar sus beneficios legalmente a paraísos fiscales para evitar la fiscalización de sus ingresos o para pagar una cantidad muy reducida de impuestos. Con el impuesto mínimo global, la OCDE pretende combatir la competencia fiscal internacional, que se ha agudizado en los últimos años. Algunos paraísos fiscales y muchas multinacionales se han aprovechado de esta situación.
Incluso con el aumento, Suiza seguirá teniendo uno de los niveles de impuesto de sociedades más bajos del mundo, y la propuesta, que se calcula que aportará 2.500 millones de francos suizos (2.800 millones de dólares) al año en ingresos adicionales, ha sido respaldada por grupos empresariales, la mayoría de los partidos políticos y la opinión pública.
La ley del clima, presentada en una versión modificada tras ser rechazada en 2021 por ser demasiado costosa, ha suscitado un mayor debate, y en las últimas semanas ha ganado fuerza la campaña en su contra.
Sus defensores afirman que es lo mínimo que el país debe hacer para demostrar su compromiso en la lucha contra el cambio climático, mientras que los opositores del derechista Partido Popular afirman que pondrá en peligro la seguridad energética.
Suiza alberga las oficinas y sedes de unas 2.000 empresas extranjeras, entre ellas Google, así como 200 multinacionales locales, como Nestlé.
Aunque todas se verían afectadas, las compañías han acogido con satisfacción la mayor certidumbre que aportaría el nuevo impuesto, incluso si Suiza perdiera parte de su atractivo por su baja fiscalidad.
(1 dólar = 0,8937 francos suizos)