Entrevista a Manuel Gerrero Antequera
“50 Años, cuando se quebró la democracia”conversamos con Manuel Gerrero Antequera, sociólogo, escritor, profesor, hijo de unos de los tres profesionales asesinados en el llamado caso “degollados”.
Manuel Guerrero Antequera cuenta con un doctorado en Sociología de la Universidad Alberto Hurtado. Además, tiene estudios de postgrado en Filosofía Política y Axiología, Bioética Clínica y Ética de la Investigación con Seres Humanos en la Universidad de Chile, así como de Neuroética en la Universidad de Oxford.
El 4 de julio, recien pasado Guerrero dio una entrevista en el canal Piensa Prensa, (nuestro canal) donde abordó sus reflexiones en torno a la conmemoración de los 50 años del Golpe. En esa instancia, el sociólogo sostuvo que “hay una ofensiva muy fuerte como para reescribir la historia, revisarla, incluso negarla”.
En relación a la conmemoración, Guerrero señaló que, hace 10 años, “fue cuando la sociedad chilena asume que esto no fue un Golpe Militar, sino que fue un golpe cívico militar. Esos fueron los 40 años”. Hoy, ad portas del aniversario 50° del quiebre democrático, postuló que es necesario preguntarse “¿qué le agregamos a esta conmemoración que no ha habido antes?”. Ante ello, postuló una visión crítica: “parece que no está muy claro”. Sin embargo, enfatizó que “ahora lo que hay que hacer es (…) recoger a nivel calle estas memorias que aparezcan, que aparezcan las memorias de la población en general, porque es la población la que fue atravesada por esta violencia. Nadie quedó indemne a ella (…). Esto es algo que fragmentó el tejido social. Si nosotros no lo reconocemos y no lo sacamos a la luz como población, esto va a seguir horadando a una sociedad que es incapaz de confiar en sí misma. Me parece que esta es la ocasión que tenemos, los 50 años, de enfrentar esto con la verdad, en forma muy, muy clara, pero también a nivel de familia, de los territorios (…)”.
“Ha habido ciertos avances en memoria, pero no lo suficiente, porque tenemos sitios de memoria hoy día, pero no hay una política de sitios de memoria, entonces quedan en el abandono muchos de ellos. Tenemos reparación, pero resulta que a nivel de salud mental la reparación que se les da a través del PRAIS a los sobrevivientes de las violaciones a los derechos humanos es de determinado monto, versus la reparación que se les da por estrés postraumático a los perpetrados, que es muchísimo mayor (…)”, agregó.
También tuvo palabras para la presidenta del Consejo Constitucional, Beatriz Hevia (Partido Republicano). “Si acá hay una política joven, convencional, además, importante, que está redactando la nueva Constitución y dice: ‘yo no puedo opinar de eso porque la verdad es que yo no lo viví’, es irresponsable. Ese, por un lado, es la última escala del genocidio. El genocidio siempre parte negándole la humanidad al otro, masacrándolo, y después negando que ocurrió. Entonces, esa violencia simbólica es la continuación de ese genocidio. Al mismo tiempo, puede ser el primer peldaño de otro genocidio físico que parte. Y ahí no salimos de ese espiral”.